Portada » Operación Serengeti: África como laboratorio de cooperación digital
Publicado en

Operación Serengeti: África como laboratorio de cooperación digital

El cibercrimen no se ve, pero golpea fuerte. Una transferencia que nunca llega, un ahorro que desaparece, una herencia falsa que promete millones. Según Cybersecurity Ventures, el costo global del delito digital asciende a 8 billones de dólares al año.

África, con su auge de banca móvil y criptomonedas, ha sido un blanco fácil. Pero entre 2024 y 2025 el continente también se convirtió en escenario de una respuesta inédita: la Operación Serengeti, coordinada por INTERPOL y AFRIPOL. Miles de arrestos, redes enteras desmanteladas y millones recuperados. Serengeti demostró que la cooperación internacional puede funcionar. La pregunta ahora es si este modelo puede trasladarse a otras regiones sin sacrificar derechos.


La Operación Serengeti en cifras

La primera fase de la Operación Serengeti involucró a 19 países africanos. El saldo fue el siguiente: 1.006 arrestos, 134.089 infraestructuras maliciosas neutralizadas y 44 millones de dólares recuperados. Además, más de 35 000 víctimas fueron identificadas.

Algunos ejemplos muestran la magnitud del problema:

  • En Senegal, un esquema Ponzi provocó pérdidas de 6 millones de dólares.
  • En Kenia, un fraude con tarjetas de crédito costó 8,6 millones.
  • En Nigeria, una estafa cripto generó 300 000 dólares en daños.

La segunda fase, Serengeti 2.0, amplió el operativo al Reino Unido. El resultado: 1 209 arrestos, 11 432 infraestructuras eliminadas, casi 88 000 víctimas identificadas y 97,4 millones recuperados.

Los principales casos de esta segunda fase fueron:

  • En Zambia, una estafa cripto alcanzó a 65 000 personas, con pérdidas de 300 millones.
  • En Angola, se cerraron 25 granjas de criptominería clandestina, con equipos valorados en 37 millones.
  • En Costa de Marfil, se frenó una estafa de herencias falsas por 1,6 millones.
Cifras Operacion Serengeti

La fuerza de la cooperación regional

¿Qué hizo diferente a Serengeti? La coordinación transnacional. INTERPOL y AFRIPOL lograron unir a países con capacidades desiguales y sumar al sector privado. Bancos y empresas como Fortinet, Kaspersky, Group-IB o Trend Micro compartieron inteligencia, rastrearon fondos y ayudaron a desactivar dominios fraudulentos.

El arma clave fue el seguimiento del dinero. Este enfoque permitió no solo atrapar a ejecutores, sino cortar las redes que blanqueaban fondos. También se derribaron servidores de mando y control que coordinaban ataques en varios países.

“Cada operación coordinada profundiza la cooperación y nos acerca a un mundo más seguro”. Valdecy Urquiza, secretario general de INTERPOL


El dilema ético de Serengeti

El éxito es indudable, pero también lo son los riesgos. Las detenciones masivas en contextos judiciales frágiles plantean dudas sobre debido proceso. En Angola, la decisión de reutilizar equipos incautados para reforzar la red eléctrica se celebró como innovación, pero también abre la pregunta: ¿y si esos recursos terminan mal gestionados?

Lo más delicado es el riesgo de vigilancia masiva. Herramientas pensadas para rastrear delincuentes podrían usarse contra la ciudadanía. Serengeti mostró la eficacia de la cooperación, pero también dejó claro que seguridad sin derechos puede transformarse en otra amenaza.

La Operación Serengeti quedará como un hito: miles de arrestos, millones recuperados y redes criminales desarticuladas. Pero también como un espejo incómodo.

¿Aceptaremos la cooperación digital global como única salida frente al cibercrimen, aun a costa de asumir riesgos éticos? O, dicho de otro modo: ¿preferimos el peligro del crimen invisible o el peligro de la vigilancia total?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *